Salinas: “Una reaseguradora local va a ser competitiva en la medida en que decida operar de manera regional”

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Todo Riesgo dialogó con Carlos Salinas, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Reaseguradores.

El mundo fue conmovido por catástrofes en la Florida, México y el Caribe. ¿Cómo impacta esto sobre el mercado reasegurador y, en consecuencia, sobre el seguro global?

Todavía se están sacando números porque, en realidad, esto empezó a mediados de agosto con el huracán Harvey, que fue uno de los más fuertes, y terminó con uno más pequeño de categoría uno o dos. La cuestión es ver qué lugares afectó cada catástrofe: si el involucrado es Estados Unidos, hay una mayor cantidad de asegurados. Por lo tanto, el efecto sobre los gastos y sobre las pérdidas es mucho mayor (puede llegar a ser hasta un 70 % de los valores totales). En Harvey se habla de 172 mil millones de dólares de daños totales, incluidos pérdidas de trabajo, temas de salud y millones de cosas que están en el medio, por lo cual al seguro le puede llegar a corresponder de 70 a 80 mil millones.

En otros lugares, como en el Caribe, donde el desarrollo asegurador es menor, hay cifras importantes en materia de pérdidas económicas. Haití es un ejemplo. En Puerto Rico, las pérdidas oscilan entre 60 y 65 mil millones de dólares. Pero el efecto sobre la cartera de seguros es menor porque hay muchos menos asegurados. Seguramente, en estos casos, se llega a un 20% de los valores totales al evaluar el efecto en el mercado asegurador. Después, por supuesto, están todas las pérdidas colaterales, que son las de trabajo o las de reconstrucción, que muchas veces no están incluidas.

En México se creó un fondo para el caso en que se repitieran catástrofes de años anteriores.

En Estados Unidos también hay un fondo. En el caso de este país, hay 40 mil millones de dólares que son parte de un fondo para catástrofes. En el caso de México, sólo hay 500 millones de dólares y las pérdidas se calculan, hasta ahora, en 2 mil millones de dólares. Por lo tanto, el fondo puede ayudar, pero no es suficiente.

¿Se van a ver afectadas las condiciones del reaseguro en las próximas renovaciones?

La verdad es que debería pasar eso. Pero no se puede asegurar que vaya a ser exactamente así porque del subprime para adelante, que se tomó como un evento catastrófico del mercado internacional de seguros y reaseguros, se habla de que tendría que haber pérdidas superiores a los 200 o 250 mil millones de dólares en eventos continuados para afectar al mercado, que viene teniendo bonanzas muy fuertes de capital y de exceso de capital, por lo cual habría que ver hasta qué punto se toman medidas o no se toman. Lo real es que a junio, para comparar con nuestro ciclo, las tasas fueron verdaderamente muy bajas en todos los aspectos. Así que alguna recuperación tendría que haber. Además, el mercado se sobredimensionó mucho. Hay muchos jugadores y eso hace que por la competencia algunos todavía se animen a bajar tasas.

Con respecto al mercado de reaseguros local, ¿cómo está impactando la resolución 40.422?

No hubo mucho movimiento hasta el momento. Se conocieron dos, tres o hasta cuatro casos de reconversión de compañías, que se van a retirar del mercado de reaseguros recién a junio del año próximo para cumplir el plazo que dio la Superintendencia de Seguros de la Nación. El resto de los operadores sigue porque aún tienen capital para continuar participando. Así que recién podríamos ver algún cambio importante en marzo del año que viene producto de cómo resulten los balances a diciembre. También habrá que considerar si quieren seguir algunas compañías que tienen el capital, pero que no tienen una estrategia de reaseguros fuerte. Hay otros que cumplen los dos requisitos.

¿Cree que vamos a continuar teniendo un mercado de reaseguros competitivo, con muchas compañías?

Hay que ver qué pasará. Hoy, el reaseguro local, mientras el funcionamiento siga como está, tiene una parte del mercado porque el otro 50% se puede ceder directamente al exterior. Hay reaseguradores internacionales que tomaron la decisión de seguir la relación con las reaseguradoras locales debido a que tener dos cuentas por un solo negocio no tiene mucho sentido.

Una reaseguradora local va a ser competitiva o no en la medida en que decida operar dentro y fuera de la Argentina, o sea, de manera regional. Si esto no ocurre, el mercado argentino se vuelve un mercado bajo, un mercado corto. Además, las compañías de seguros están reteniendo mucho más.

¿Qué objetivos se planteó la Cámara Argentina de Reaseguradores para este ejercicio?

Los objetivos continúan siendo los mismos: mejorar todos los sistemas operativos que tiene el ciclo del reaseguro. Inclusive, estamos buscando algunas mejoras impositivas, que venimos pidiendo desde hace bastante tiempo. En el caso de las compañías que quieren desarrollarse fuera de la frontera nacional, venimos ayudando para que eso suceda: hay compañías que ya están haciendo negocios en Uruguay o en Paraguay y otras lo están intentando a través de Bolivia. El caso de Brasil es mucho más difícil porque los capitales mínimos equivalen al doble de los que se exigen en la Argentina. Este es un tema en el cual estamos trabajando.