Nueva tendencia: seguros agropecuarios basados en índices

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Todo Riesgo dialogó con Julian Roberts, director de Willis Towers Watson

¿En qué consiste el sistema de seguros agropecuarios basados en índices? ¿Qué variables generan estos índices?

El seguro agrícola basado en índices (también conocido como seguro paramétrico) se diferencia fundamentalmente de los seguros agrícolas tradicionales en que las indemnizaciones por siniestros dependen solamente de la variación en los índices tomados como referencia y no de los daños constatados en los bienes objeto del seguro (por ejemplo, cultivos). Es importante destacar que este tipo de seguros se utiliza ampliamente en otras industrias o sectores de la economía, como energía, construcción, logística, viajes y turismo, por mencionar sólo algunos, además del agrícola. En todos estos sectores, los índices, variables o parámetros usados incluyen:

– Temperatura (mínima, máxima, promedio –ya sea por hora, por día, días de heladas en un determinado período de tiempo, etc.).
– Lluvias caídas medidas en un cierto período de tiempo o época del año.
– Intensidad de vientos.
– Nevadas.
– Altura de las olas o mareas.
– Niveles de irradiación solar, etc.

En cada caso, la cobertura de índices puede accionarse (en la jerga “gatillar”) por encima o por debajo de determinado valor preestablecido, dependiendo de las circunstancias y del activo a proteger: por ejemplo, un alto nivel de lluvias reflejado en un índice generaría una cobertura de inundación o saturación de agua. Por el contrario, un bajo nivel de lluvias reflejado en un índice protegería por posibles sequías o falta de generación eléctrica. También accionaría la cobertura el registro a través de un índice de una fuerte nevada que pueda provocar el cierre de un aeropuerto y/o la eventual cancelación de vuelos. En el caso de granizo, es significativo señalar que el seguro de índices no es una buena opción ya que no existen índices de medición confiables para este riesgo.

¿Cómo funciona, qué alcance tiene y cuáles son las mayores diferencias con los seguros tradicionales para este segmento?

Se puede cubrir absolutamente todo con esta modalidad de seguros, siempre y cuando sea económicamente viable y tenga un mínimo sentido de razonabilidad. De hecho, lo único que interesa a quienes otorgan estas coberturas es el índice por el cual se pagaría, sin importar los activos que se pretenda proteger. Dicho esto es probable que la legislación local requiera adicionalmente el cumplimiento de ciertas condiciones o estándares aplicables a la normativa de seguros tradicional (verificación de un daño objetivo, etc.).

Como se dijo anteriormente, la diferencia principal entre el seguro basado en índices y el tradicional es que no importa el daño que los cultivos sufran específicamente: las indemnizaciones se pagan al final del período sólo en función de la variación del índice. El contrato define un trigger point o “punto gatillo” a partir del cual se indemniza (por encima o por debajo de dicho valor según corresponda). Si dicho “punto gatillo” o valor no se alcanza, independientemente del daño que puedan haber sufrido los bienes objeto del seguro, no hay indemnización. Esto tiene importantes ventajas, como ser la simplicidad y la claridad para determinar el pago, además de su rapidez. Tampoco existen gestiones o gastos de liquidación y/o determinación del nivel del siniestro, visitas in situ, presentación de documentación probatoria o tener que esperar la cosecha para determinar el rinde final. En muchos casos, el pago se puede realizar dentro de las dos semanas ya que casi no hay discusiones respecto del siniestro.

La desventaja podría resultar de una defectuosa construcción del índice que haga que éste no refleje correctamente los daños que se produzcan en el terreno (correlación). Así podría ocurrir un siniestro que al no verse reflejado por el índice no generaría indemnización. Esto suele llamarse “riesgo base”. La liquidación de siniestros en seguros agrícolas tradicionales es lenta y costosa y requiere la intervención y la disponibilidad de especialistas. Inevitablemente, estos costos son trasladados a las primas, que, de por sí, suelen ser altas para todo lo que sean coberturas multirriesgo.

¿Qué rol juega la tecnología en este tipo de seguros?

La tecnología puede jugar un rol relevante, especialmente para generar la información que determine el índice, como ser la información satelital. La frecuencia y generalmente el carácter gratuito de la información producida por los satélites para la medición de lluvias y la saturación del suelo en áreas remotas donde no hay estaciones de medición hacen que su uso sea muy conveniente. Por ejemplo, Willis Towers Watson está proveyendo un programa de cobertura de sequía para varias naciones africanas, apoyándose en estimaciones de lluvias diarias con una resolución de 10 kilómetros. Esto sería técnica y económicamente inviable si no fuera por la disponibilidad de las mediciones satelitales desde hace más de 30 años.

También a través de la observación satelital de la tierra se puede medir la condición de las pasturas y, por ende, la productividad del ganado: cuanto más verde, mejor. Esto lo mide el índice NDVI (Normalised Difference Vegetation Index). Este tipo de tecnología de información ya está disponible en la Argentina y los programas que sacan provecho de ella ya existen.

¿Cuáles son los fenómenos climáticos que más afectaron las áreas aseguradas en la Argentina durante los últimos tiempos?

La producción agrícola local sufre el impacto climático, al igual que cualquier otro país productor de magnitud. El agua y las temperaturas suelen ser las preocupaciones clave; específicamente, las sequías, las inundaciones y las heladas (así como el intenso calor). También el granizo tiene un alto nivel de destrucción o las pestes y las enfermedades.

Teniendo en cuenta su reciente visita a nuestro país y las reuniones mantenidas con representantes de los sectores agropecuario y de seguros, ¿qué perspectivas tiene el negocio en el futuro cercano?

Según lo que pude percibir en mi reciente visita a la Argentina y en anteriores reuniones en Londres con representantes de la Sociedad Rural Argentina y del agro, existe una gran demanda de protección efectiva y con costos eficientes para el campo. Dicho interés es compartido por el Gobierno y por todo el sector económico ligado al agro. Creemos que los programas de seguros paramétricos bien diseñados tienen mucho para ofrecer en este sentido y que pueden ser de gran utilidad para el chacarero en particular. Por ello estaremos trabajando mucho en el diseño y en la implementación de estos productos durante los próximos meses.