En contacto con Todo Riesgo, Máximo Medina, Senior Commercial Executive de Special Division Reinsurance Brokers, se refirió a la renovación de los contratos de reaseguros que vencieron el pasado 30 de junio.
“Desde el punto de vista operativo, pudimos trabajar sin mayores inconvenientes. Afortunadamente nos acomodamos rápido a la modalidad de home office. Pudimos renovar no solo el grueso de nuestra cartera de la Argentina, sino también de nuestras operaciones en Brasil, Paraguay y Uruguay, que en términos generales siguen estando concentradas al 30 de junio. Asimismo, pudimos cerrar nuevas operaciones, tanto de apoyo a startups como de desarrollo de líneas específicas. También contratos existentes en los que nos invitaron a cotizar y, a partir de propuestas competitivas, nos ganamos un lugar”, expresó Medina.
La pandemia, prosiguió el directivo, “quizás dificultó nuestros planes de expansión en mercados como Chile y Bolivia, donde obtuvimos licencia para operar hace unos pocos meses. De igual manera, pudimos reforzar nuestros vínculos con compañías gracias a la tecnología de las videollamadas. Ya concretamos las primeras operaciones”.
Argentina
Particularmente en nuestro país y desde un enfoque más técnico, “este contexto impactó de lleno en la producción de las compañías. Seguramente se profundizará con el correr de los meses, algo que se vio reflejado en las proyecciones de primas emitidas para el año venidero. Otra variable que las empresas están descontando es el impacto de una inminente devaluación, que no solo golpea los volúmenes de primas en dólares, sino que fuerza a las compañías a revisar en detalle las estructuras de los distintos programas para evitar descalces de cobertura”, señaló Medina.
En este escenario, continuó el ejecutivo, “un pedido generalizado para esta renovación fue el de establecer MINDEPs (Primas Mínimas y de Depósito) en porcentajes menores a los habituales. Esto fue revisado caso a caso por los reaseguradores, que tuvieron posiciones más accesibles en los contratos en dólares y no tanto en los contratos en pesos”.
Reaseguradores
Por el lado de los reaseguradores, Medina relató que los mismos “trataron en general de establecer explícitamente la exclusión de daños a consecuencia de epidemias/pandemias y/o COVID-19 a través de la inclusión de cláusulas específicas. Sin embargo, en términos de costos se renovó flat. Incluso conseguimos algunas mejoras, siempre y cuando la siniestralidad de las carteras se haya mantenido en niveles regulares. Esta situación que estamos viendo en contratos automáticos, no tanto en facultativos, se da fruto del apetito que seguimos percibiendo de los reaseguradores por América Latina en general. Si bien el aspecto político y económico de la región genera dificultades para una participación más amplia del mercado reasegurador, se trata de una región emergente con un trayecto de crecimiento por recorrer”.
Ramos
Respecto de los ramos que intermediaron en la última renovación, el directivo puntualizó que “se renovaron contratos automáticos de prácticamente todas las líneas. Pueden verse programas específicos de property, casualty, riesgos del trabajo, automotores, responsabilidad civil general, caución, aeronavegación, marine, vida, accidentes personales y salud, entre otros”.
Asimismo, Medina destacó que “los ramos en los que encontramos condiciones más rígidas son caución, en el cual la expectativa económica es una variable que impacta directo en la actividad, y en aeronavegación. Esta última no solo es una de las actividades más afectadas a nivel global por la pandemia. Además, viene golpeada por las grandes pérdidas de estos últimos años, potenciadas por el caso Boeing que generó pérdidas récord para la industria”.
En el ramo de vida, por su parte, se esperaba una fuerte rigidez. “Pero afortunadamente no fue así. El impacto del COVID-19 en términos de siniestralidad fue relativamente bajo. A su vez, se vio beneficiado en términos de ventas ya que se incrementó la percepción del riesgo”, comentó el ejecutivo.
En la actualidad, “estamos más abocados al ramo agrícola, que se empezó a renovar en julio. Fruto de una siniestralidad generalizada con tendencia a la baja en la última campaña, esperamos encontrar posiciones más accesibles o al menos sin endurecimiento de tasas y/o condiciones. Además, es una línea que en general se emite en moneda dura o a valor de commoditie. Así, los niveles de producción de las compañías no se deberían ver afectados por los vaivenes de la economía”, consideró Medina.
Segundo semestre
Fuera de esto, concluyó el directivo de Special Division Reinsurance Brokers, “quedarán algunas renovaciones repartidas en el segundo semestre. Las mismas lidiarán con las variables antes comentadas. Afortunadamente esperamos que nuestra producción en dólares se mantenga muy en línea con la expirante, algo que creíamos muy difícil para este 2020”.
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