Ponce: “Integrar las diferencias nos transforma en un equipo único”

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Desde que somos muy pequeños, tendemos a vincularnos con personas parecidas a nosotros. Elegimos a nuestros amigos y amigas por tener los mismos gustos musicales, ser del mismo equipo de fútbol o vivir en el mismo barrio. Tendemos a preferir a personas como nosotros y a pensar que lo que es normal para nosotros es normal para todos. Es por eso por lo que tal vez uno de los mayores aprendizajes que atravesamos al crecer es comprender el valor que nos puede aportar aquel que es diferente.

Esta lección no sólo se comienza a incorporar a nivel personal al madurar, sino que hoy por hoy ya es una tendencia en el mundo corporativo. Fechas tan movilizantes como el Día de la Mujer nos invitan a la reflexión en todos los ámbitos sobre la diversidad e inclusión. En este sentido, existen numerosos estudios que sugieren que la reducción de las diferencias entre varones y mujeres pueden reportar importantes beneficios económicos a nivel nacional y mundial.

Desde las áreas de Recursos Humanos (RRHH) no sólo tenemos el desafío de lograr culturas empresariales diversas, sino que apuntamos a realizar un arduo trabajo para lograr la integración de esas diferencias, crear ambientes de trabajo más amigables que aseguren el desarrollo de capacidades y oportunidades iguales para todas y todos. La inclusión significa que creamos un entorno en el que las personas, con sus particularidades, se respeten entre sí y no se las limite por ser diferentes, sino todo lo contrario.

Tenemos una fuerte convicción de que integrar esas diferencias nos hace un equipo único, una adecuada gestión de la diversidad convierte las diferencias en una fuente de oportunidades. Nuestro trabajo es garantizar que promovamos el talento independientemente de su género, orientación sexual, religión o nacionalidad. La diversidad más que un beneficio es una realidad. Es tomar conciencia que somos personas distintas, únicas e irrepetibles. Es entender que en la diversidad está la riqueza.

Para ello es fundamental desarrollar herramientas que potencien este camino de aprendizaje en la revalorización de las diferencias y la formación de grupos diversos para que todas las personas se sientan valoradas. En este sentido, en La Caja comenzamos a trabajar en espacios para compartir experiencias con el objetivo de hacer de la compañía un lugar más diverso e inclusivo para trabajar. Por esta razón, creamos el Comité de Diversidad e Inclusión que se encuentra dividido en cinco grupos (Género, Diversidad Sexual, Generaciones, Discapacidad y Diversidad Cultural) con representantes de todas las áreas de la empresa que se reúnen mensualmente para debatir sobre esas temáticas claves y armar propuestas para presentar a futuro al Directorio.

Creemos que estamos recorriendo un camino de mucho crecimiento, de toma de conciencia y de cambio cultural. Nuestra historia de más de cien años y cultura diversa constituyen nuestras bases de apoyo para el trabajo presente y futuro. Nuestros colaboradores y colaboradoras son lo más importante. Es por eso que más allá de las efemérides y tendencias, apostamos siempre a construir juntos a través de la pluralidad los mejores equipos. Las diferencias nos hacen ser personas irrepetibles, integrarnos nos transforma en un equipo único.

“Creo que cada profesional (independientemente del género), a lo largo de su carrera, tiene que encontrar un estilo de liderazgo propio que lo/la identifique con sus valores personales y al mismo tiempo los pueda anclar con los de la organización en la que trabaja. Esto, en mi opinión, convierte a cualquier profesional en creíble y genuino/a y lo/la empoderará para encarar desafíos”, señaló Carla Ponce, gerenta de Empleos, Clima Organizacional y RSE.

“Como en todas las organizaciones, estar en posición de liderazgo trae sus dificultades. Más allá de esto, que es una verdad para las mujeres en cargos de liderazgo en muchas organizaciones, en La Caja particularmente se reconoce la importancia de las mujeres en cargos de jerárquicos y con poder de decisión. Y no es solamente para cumplir con un cupo o con la obligación de tener mujeres. Las mujeres que ocupamos esos cargos somos voces autorizadas y respetadas en nuestra especialidad y se reconoce que estamos en el cargo por nuestra capacidad y no porque somos mujeres”, afirmó Laura Kurlat, directora de Asuntos Jurídicos y Compliance.

En tanto, Jorgelina Imfeld, supervisora de desarrollo de marca e integrante del Comité de Género, destacó que “creo un 100% en que la diversidad es una oportunidad para todas y todos, en especial de repensarnos y reflexionar cómo nos movemos en la sociedad, cuáles son nuestros valores y qué impacto tienen nuestras acciones. Y para las empresas, definitivamente potencia los equipos de trabajo y los resultados del negocio. Realmente creo en que las mujeres tenemos una oportunidad para desafiar el statu quo y La Caja nos apoya en este sentido porque promueve estos valores”.

Para Vanina Caraffa, gerente territorial en Santa Fe e integrante del Comité de Género, “la diversidad enriquece y potencia, el otro con sus diferencias me abre el horizonte. Incrementa el nivel de experiencia de justicia, equidad, respeto, valoración, pertenencia, brinda seguridad y genera inspiración. La otredad debe ser puesta en valor en las empresas. Para la conformación de equipos de trabajo no hay mejor potenciador que tener miradas diferentes, abordajes distintos, mix de características entre las personas que asimilan y diferencian. La diversidad viene a garantizar esa pluralidad de opiniones que sin dudas generan mejor desarrollo individual y social”.

Nota elaborada por Carla Ponce, gerenta de Empleos, Clima Organizacional y RSE de La Caja.