La nueva realidad impuesta por el COVID-19 hizo que nos replanteáramos nuestro rol en la sociedad ante todos los desafíos y los cambios que trajo la pandemia. Debido a que siempre estamos conectados, la línea que separa la vida profesional de la personal se volvió muy tenue y mostró a las empresas la importancia por preocuparse por el bienestar integral de los empleados. Sin embargo, los estudios muestran que la pandemia afectó principalmente a las mujeres. Tanto en términos de problemas de salud mental como en la caída de la participación en el mercado laboral.
Una encuesta de Care International entrevistó a 10 mil personas en cuarenta países sobre las repercusiones de la crisis causada por el COVID-19. Allí se encontró que el 27% de las mujeres reportaron un aumento en los problemas de salud mental. En el caso de los hombres, solo el 10%.
Por su parte, un estudio presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo de las Naciones Unidas, concluyó que la pandemia provocó un retroceso de diez años en la participación de las mujeres en el mercado laboral en América Latina. Además del aumento del desempleo, las mujeres se encontraron con una sobrecarga de trabajo doméstico tres veces mayor que la de los hombres. El informe también señala la necesidad de un pacto de igualdad de género que brinde a las mujeres las mismas oportunidades para acceder a puestos de trabajo.
Camino por recorrer
Las mujeres líderes se unieron y apoyaron para erradicar los prejuicios de género en las empresas, pero aún queda un largo camino por recorrer. Cada vez más mujeres están asumiendo posiciones de liderazgo. Así, algunos temas clave entraron en la agenda de las empresas, como el empoderamiento de las mujeres, el doble turno y la maternidad. Es importante que las empresas construyan un entorno donde las mujeres se sientan acogidas y cómodas siendo ellas mismas. Con oportunidades e incentivos para alcanzar su máximo potencial.
Algunas iniciativas tangibles para cambiar el panorama que agravó la pandemia son: dar igualdad de oportunidades para que las mujeres participen en los procesos de selección, escuchar lo que tienen que decir y crear comités para discutir la igualdad de género.
Empoderamiento
El empoderamiento de la mujer es fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo social. En Aon, por ejemplo, siempre promovimos una cultura inclusiva que conecta y empodera a las mujeres para abolir las barreras de género para clientes, colegas y comunidades por todo el mundo. En 2018 adoptamos el movimiento WIN (Women´s International Network) para demostrar que podemos marcar la diferencia desempeñando nuestros puestos, valorando la inclusión y fomentando la presencia femenina en el entorno empresarial. A través de la red podemos brindar a nuestros empleados acceso a una comunidad global cuyo principal objetivo es conectar y promover a las mujeres tanto en el trabajo como en su vida personal, aportando mucha más visibilidad y ayuda en la resolución de problemas.
Además, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer 2021, dentro de este volátil y complejo escenario pandémico, Aon se unió a la campaña global #ChoosetoChallenge. La misma refuerza algo que creemos: el cambio es el mejor aliado para un mundo que presenta constantes desafíos.
Nota escrita por Adriana Zanni, People Leader de Aon Latin America.
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