La temporada oficial de huracanes del Atlántico ya comenzó y abarca desde el pasado 1° de junio y hasta el próximo 30 de noviembre. Según adelantaron desde el blog de Willis Towers Watson Networks y replica BDS, es en este momento cuando la mayoría de los ciclones tropicales en el Atlántico se forman, pero no todos.
Numerosos centros de todo el mundo emiten pronósticos para la temporada de huracanes del Atlántico utilizando una variedad de metodologías que ayudan a la consultora a generarse una idea del número de tormentas que se esperan. Los rangos usados son típicos ya que la formación de ciclones tropicales, aunque es compleja y genera pequeños cambios en las condiciones atmosféricas oceánicas, puede multiplicarse en los procesos no lineales provocando una intensificación de ciclones tropicales.
Desde la consultora destacaron que la visión general es que la actividad de huracanes “será casi normal o ligeramente por encima de lo normal”. El promedio de las previsiones revisadas en el documento incluye 11,9 tormentas con nombre, 5,2 huracanes y 2,2 huracanes mayores. Esto se basa en gran parte en la expectativa de la fase El Niño / Oscilación Sur (ENSO) durante la estación de huracanes, que normalmente hace las condiciones menos favorables para la formación de huracanes. No obstante, añadieron que en el mundo de la previsión se publican distintas opiniones con frecuencia. De hecho, desde que se publicó el resumen de Tropical Storm Risk ya se actualizaron sus números y aumentó ligeramente su predicción para estar más en línea con las cifras de NOAA.
“Gran parte del razonamiento detrás del pronóstico se reduce a la expectativa de que la influencia de ENSO será débil este año, dejando la puerta abierta a otros factores como Atlantic Multi-decadal Oscillation (AMO), Madden-Julian Oscillation (MJO) y la corriente en bucle del Golfo de México, para tener una mayor influencia”, informaron. “Un acto de equilibrio de estas diferentes influencias hace que la predicción estacional sea un reto y una comprensión de la gama de incertidumbre de las predicciones probabilísticas es esencial”, concluyeron desde Willis Towers Watson Networks.
