Preocupante situación económica

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La economía transita por senderos de incertidumbre más allá de la actual estabilización del dólar. Para lograr esta última, debe tenerse en cuenta que el Banco Central vende significativos montos a futuro, comprometiendo severamente al país, y sostiene elevadas tasa de interés que implican un elevado costo fiscal y ahogan a la economía.

La mayor parte de los consultores y expertos, aun los partidarios del gobierno, critican la actual estrategia y el resto la ve con interrogantes. Las metas comprometidas en el presupuesto nacional ya se ven ampliamente desbordadas. En este sentido, contra una inflación del 42% anual en el presupuesto para este año, la misma ya se proyecta arriba del 45%. En el Presupuesto elevado al Congreso, la estimación de caída del PBI en 2019 es del 0,4%, mientras el FMI la estima, en su reciente informe, en el 1,6%. La verdadera importancia de ese retroceso, que seguiría a una caída según el organismo internacional del 2,6% para este año, debe medirse en términos per cápita, lo que le agrega a cada año un punto más de deterioro.

La recesión claramente avanza con su secuela de cierre de empresas, paralización de inversiones, aumento del desempleo y de la pobreza, y creciente tensión social. La caída del mercado interno, que representa el 70% de la economía nacional, es visible.

Se desmontó la bomba de las Lebac, pero se está armando la bomba de las Leliq -que ofrecen a los bancos a tasas superiores al 70% para absorber liquidez- y lo que es más preocupante, la bomba de una deuda externa de corto plazo constituida a tasas y plazos mucho más desfavorables a los que pagan los países vecinos.

Por otra parte, la situación internacional se hace cada vez más negativa. Si bien ningún otro país sufre ni de cerca problemas como la Argentina, la suba de las tasas de interés de Estados Unidos (que se anticipaba ya un par de años atrás) está haciendo impacto, provocando incluso una caída de Wall Street que contagia a la deprimida Bolsa local.

De esa forma, el riesgo país sigue subiendo a niveles pocas veces alcanzados por la Argentina, mientras las reservas internacionales siguen por debajo de los niveles que alcanzaban al firmarse el primer acuerdo con el FMI. De esa forma, el acceso al crédito internacional se hace imposible, afectando el programa financiero de 2019 y transformando 2020 en un verdadero agujero negro.

La tormenta que atraviesa la economía nacional ya lleva casi diez meses de duración, ya que se desató cuando a comienzos de año se cortó el crédito internacional a la Argentina, dando inicio a una gigantesca fuga de capitales que se devoró 35 mil millones de dólares de reservas internacionales.