Incumplimiento de las metas

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El aumento del 2,3% de los precios en marzo superó las expectativas del Gobierno y obligó a evaluar nuevamente la meta del 15% de inflación para todo el año. Desde la conducción económica plantearon que, a pesar del “mal trago”, la meta se iba a cumplir gracias a una baja significativa del ritmo de los precios a partir de mayo ya que abril es otro mes de alta inflación, mayor a la de marzo.

En principio, ya se advierte que en el primer cuatrimestre, el incremento de los precios será superior al 9%, de forma que para los ocho meses restantes del año sólo quedarían 6 puntos. Ello implica un aumento de apenas el 0,7% mensual, virtualmente imposible de alcanzar teniendo en cuenta que restan aún importantes incrementos tarifarios. Por otra parte, hay una tendencia ascendente de la inflación núcleo (la que se produce sin tener en cuenta precios regulados y estacionales), que llegó al 2,6% en marzo, superando el aumento del nivel general de precios.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y las consultoras más afines con la política económica están ubicando sus proyecciones anuales en 19-20%, pero la mayoría de las estimaciones está varios puntos por encima del 20%. La perspectiva de que se iguale o supere el 24,8% de inflación del año pasado es compartida por muchos analistas.

Tampoco son buenas las estimaciones sobre actividad económica. El 3,5% de crecimiento previsto en el presupuesto 2018 ya está descartado por el propio ministro de Hacienda, quien habló del 3% teniendo en cuenta la sequía. Pero es difícil que la sequía represente sólo medio punto y a ello se suma la sustancial reducción de la inversión pública. Esto puso en evidencia las cifras del primer trimestre del año. El consumo está cayendo mucho y el incremento de precios desborda la pauta salarial y el aumento a jubilados, de tal forma que está ausente el incentivo de la demanda. Además, el FMI estimó un crecimiento del 2% y quizás tampoco se alcance.