Pastore: “La solvencia del mercado está más resguardada en este momento por el reaseguro”

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Todo Riesgo dialogó con Guillermo Pastore, CEO de Special Division Reinsurance Brokers.

¿Qué podés destacar sobre la trayectoria de Special Division?

Es una compañía relativamente nueva. Tiene sólo cinco años de vida. Esto no significa que yo no haya estado involucrado desde antes en el negocio. Ya llevo 30 años trabajando en esta actividad. Empecé a trabajar en noviembre del ’89 luego de anunciarse la desregulación del reaseguro, que era monopólico hasta ese momento en la Argentina. Así fue que comencé con mi largo periplo como corredor de reaseguros y sigo haciendo lo mismo. Special Division es el resultado de la continuidad de haber trabajado siempre en el mismo negocio tratando de dar diferentes alternativas a los clientes.

Actualmente, ¿qué posicionamiento buscan tener en el mercado de reaseguros argentino?

Según las últimas estadísticas disponibles, estamos liderando el mercado en volumen de prima intermediada, tanto en contratos como en la sumatoria de contratos y facultativos. En el mercado estrictamente de contratos, que es más grande que el de facultativos, tenemos el 52% de la prima intermediada, lo cual representa una posición importante.

¿Qué planes tienen para el año que viene?

Sabemos que va a ser un año difícil en el que nuevamente habrá inflación. Sabemos que es muy probable que el PBI no crezca o, por lo menos, no en la medida en que desearíamos todos, con lo cual las expectativas están en generar alternativas diferenciales, nuevos productos y, básicamente, en tener muy claro que, teniendo en cuenta cómo está la economía, el reaseguro hoy en día es más garantía del mercado que antes. Sabemos que los balances de las compañías están reflejando inversiones que no están bien por todas las cuestiones que sucedieron. Entonces, la solvencia del mercado está más resguardada en este momento por el reaseguro.

El próximo 31 de marzo van a realizar otra vez un evento en Puerto Madero. ¿Qué nos podés anticipar sobre este encuentro que convoca a muchos actores del mercado?

Todos los años tratamos para esa época de hacer un evento, que es normalmente un encuentro, un cóctel. Aprovechamos que muchos reaseguradores del exterior vienen a la Argentina con miras a las renovaciones contractuales de julio, que son las más importantes. El evento siempre se caracteriza por analizar alternativas a futuro considerando lo qué pasó y lo qué está pasando en el país. Seguimos teniendo optimismo, pese a todos los problemas que hay.

La presente coyuntura económica y el tema cambiario, ¿cómo impactan en la operatoria del corredor que representás y en el reaseguro en general?

Muy fuertemente. Por suerte, hasta este momento se entendió que el reaseguro no es un lujo, no es un gasto, sino que es una necesidad, con lo cual no hay una limitación a la salida de divisas para pagos de primas de reaseguros. Cuando no se produce un reaseguro serio y profesional, el más perjudicado es el Estado porque es el que tiene los riesgos más grandes.

Teniendo en cuenta el actual escenario económico, ¿cómo ves el futuro del régimen de reaseguros nacional?

Apuesto a que será muy sensato. Tenemos la suerte de que el presidente fue superintendente de Seguros de la Nación, por lo cual entiende perfectamente lo que es el seguro y el reaseguro. El ministro de Trabajo también fue superintendente de Seguros. En consecuencia, tenemos gente en las esferas más importantes del poder que entiende la necesidad del seguro y del reaseguro para amparar el crecimiento de un país. O sea que, desde ese punto de vista, estoy muy confiado y muy tranquilo.

En cuanto al reaseguro internacional, ¿cuáles son las tendencias que observás?

En 2017 tuvimos catástrofes muy grandes por 340 mil millones de dólares. En aquel momento se pensó que inmediatamente el mercado se iba a endurecer. No pasó. Al año siguiente fueron aproximadamente 170 mil millones y empezó a endurecerse un poco más, pese a que las catástrofes fueron menores. Este año vimos un endurecimiento del mercado, es decir, un aumento de precios segmentado (según negocios y regiones). En la Argentina, la renovación de julio pasado tuvo precios muy buenos: muchos no se modificaron y otros hasta bajaron. De todos modos, hay que advertir que sí hubo incrementos en una cartera muy siniestrada eventualmente. Se trata de ramos facultativos, sobre todo en lo referido a líneas financieras, energía, marítimo y aeronavegación. Además de resultados no demasiado buenos, determinados movimientos de capital y una oferta más restringida en algunos ramos llevaron a un endurecimiento de precios.