Una investigación realizada en la Ciudad de Buenos Aires por la asociación civil Luchemos por la Vida en junio/julio de 2017 sobre un total de 1.675 bicicletas observadas (días hábiles de 9 a 18) puso en evidencia que “este grupo carece en su mayoría de conciencia de su fragilidad en el tránsito, donde constituye uno de los usuarios más vulnerables en la vía pública”. Esto explica que la mayoría de ellos no use el casco (74%) ni coloque las luces reglamentarias o reflectantes a su bicicleta ni tampoco se preocupe por usar ropas claras para aumentar su visibilidad. “Los ciclistas ignoran el hecho de que su poca masa los hace poco visibles para los demás conductores”, afirmaron en la asociación civil.
“Tampoco son conscientes de que sus bicicletas son vehículos en el tránsito y que deben respetar las normas como los demás. Así, muy pocos respetan la prioridad peatonal. La mayoría no se detiene frente a un semáforo rojo (63%) ni advierte sus maniobras a los demás conductores y muchos adultos circulan por las veredas”, criticó Luchemos por la Vida.
Para la asociación civil, “las consecuencias son trágicas. Se estima que 436 ciclistas murieron al año pasado en siniestros de tránsito en el país, el 6% del total de las víctimas fatales. Esta realidad puede cambiar si se educa vialmente a niños y jóvenes y se controla su comportamiento, además de facilitarles vías seguras de circulación”.
Para ver el informe completo, ingresar a http://luchemos.org.ar/es/investigaciones/bicicletas-en-la-via-publica-2017.
