Alerta por los riesgos climáticos y tecnológicos

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Según el Barómetro de Riesgos 2018 de Allianz, las catástrofes naturales vuelven a figurar en todo el mundo entre los tres primeros riesgos de negocio tras el récord que implicaron, el año pasado, los 135 mil millones de dólares en indemnizaciones (la mayor cifra de la historia) en indemnizaciones por los huracanes Harvey, Irma y María que azotaron las costas de Estados Unidos y el Caribe. “El impacto de las catástrofes naturales va más allá de los daños materiales en las infraestructuras de las zonas afectadas. Con sectores cada vez más ajustados y más intercontectados, las catástrofes naturales pueden afectar en todo el mundo a una gran variedad de sectores que, a primera vista, no parecerían directamente afectados”, afirmó Ali Shahkarami, director de análisis del riesgo de catástrofes en AGCS.

Los encuestados temen que 2017 pueda ser un indicador de la mayor intensidad y frecuencia de las catástrofes naturales. El cambio climático, el incremento de la volatilidad climática, aparece por primera vez entre los diez primeros riesgos en el Barómetro de Riesgos de 2018 y se acentúa aún más el potencial de pérdidas para las empresas por la rápida urbanización de las zonas costeras.

Entre tanto, el impacto de riesgo de las nuevas tecnologías es uno de los que más sube en el Barómetro de Riesgos de Allianz, pasando de la décima a la séptima posición. Aparece, también, como el segundo mayor riesgo en el futuro a largo plazo, por detrás de los incidentes cibernéticos, con los que está estrechamente relacionado. La vulnerabilidad de las máquinas automatizadas, o incluso autónomas o con capacidad de aprender, frente a fallos o actos cibernéticos maliciosos, como extorsión o espionaje, se va a incrementar en el futuro y podría llegar a tener un impacto significativo en caso de afectar a infraestructuras críticas, como por ejemplo redes informáticas o el suministro eléctrico.