La columna de Horacio Lachman.
Con el apoyo financiero y político irrestricto de Estados Unidos y fortalecido el Gobierno en todos sentidos con el triunfo electoral, está garantizada una evolución favorable de los mercados. El equilibrio fiscal, sin restricción externa, favorece la baja de tasas de interés y la reducción del riesgo país, creando condiciones para la valorización de los activos argentinos.
Tendencias
A mediano plazo, estos logros dependerán de la continuidad del apoyo externo y externo y de la evolución del balance de pagos. Está semana se conocerá el balance comercial de bienes de octubre y el esperado descenso del superávit es un factor a tener en cuenta. La estadística sobre ocupación hotelera también permitirá avanzar en la estimación de la cuenta de servicios.
Pero debe tenerse en cuenta un hecho muy positivo. El descenso del riesgo país ya está facilitando que las jurisdicciones provinciales financieramente más sólidas y las grandes empresas puedan acceder al crédito internacional. A nivel nacional, ya comienza a estar al alcance de la mano la renovación de vencimientos privados, de forma que la incertidumbre externa se diluye.
Desafíos
De todas formas, aunque en este escenario se ve favorecida la actividad económica, no está garantizada la salida de la recesión. Atenta contra ella la declinación del mercado interno por la pérdida de capacidad de consumo y el creciente aumento de importaciones asociado a un dólar barato y la desregulación de importaciones.
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