Los resultados de un estudio de la Asociación Civil Luchemos por la Vida revelan un nuevo descenso general del uso del cinturón de seguridad (29% promedio) en la medición de julio y agosto de 2017 respecto de la primera semana de controles (octubre 2004).
Desde Luchemos por la Vida alertan que “la falta de concientización y educación vial, asignatura pendiente para la mayoría de la población, se suma a las creencias personales a partir de la propia experiencia de vida que hace pensar, erróneamente, que nada pasará, porque nunca pasó antes, porque conducen bien, porque tienen práctica al volante, etc. Y los acompañantes se confían. Para todos ellos, el camino urgente es que el Estado los proteja con controles y sanciones efectivos que desalienten esta conducta de riesgo”.
En la misma línea, añaden que “es necesario activar urgentemente todos los controles de uso del cinturón de seguridad y Sistema de Retención Infantil (SRI). El éxito (que todos usen el cinturón de seguridad para salvar muchísimas vidas) dependerá de que, una vez reforzados, se mantengan en el tiempo, permanentes y generalizados, es decir, que se realicen en distintos y cambiantes puntos de la ciudad, no sólo en el centro, sino también en los barrios y accesos a la ciudad, alternativamente a toda hora del día pero también de la noche, tanto los días hábiles como los feriados. Es decir, no se deben limitar a semanas o algún mes, sino que deberán existir todos los meses del año, y por muchos años”.
Desde Luchemos por la Vida sostienen por último que “resulta fundamental que todos los funcionarios y empleados gubernamentales den el buen ejemplo de su uso, adoptándose para ello las medidas internas adecuadas. Por ejemplo, que las ambulancias del SAME, sus médicos, y todos los funcionarios lo usen siempre, así como la Policía y otros agentes de control de tránsito. Asimismo, será esencial para el éxito del control que las infracciones labradas se transformen en sanciones efectivas sin excepción, es decir que, si se trata de una multa, la misma sea efectivizada”.
En comparación con octubre de 2004, el porcentaje de uso disminuyó en todas las categorías: automóviles particulares (conductor), automóviles particulares (acompañante delantero), taxis (conductor), utilitarios pequeños y medianos (conductor), ambulancias (conductor), camiones grandes (conductor), camionetas y camiones medianos (conductor), y Policía de la Ciudad (conductor).
Cabe destacar que el total de vehículos observados ascendió a 3.673 y que el estudio se llevó a cabo de lunes a viernes, de 8 a 18 horas. Por la noche y días feriados, aunque no se completaron las mediciones, se observó menor uso.
