El año se inicia con una agudización del deterioro del sector externo. El comercio exterior tuvo en enero un déficit de 987 millones de dólares. Cabe recordar que, el año pasado, cuando se registró el mayor déficit anual de la historia de 8.500 millones de dólares, comenzó con un déficit en enero de 51 millones. Históricamente, enero es un mes superavitario por el impacto favorable de las exportaciones de trigo. En este caso, fue determinante del déficit un aumento de 32,1% de las importaciones contra un aumento de apenas el 10,7% de las exportaciones. Las importaciones de bienes de consumo crecieron mucho más que las exportaciones, ya que estas últimas lo hicieron un 28,8% mientras que las primeras aumentaron un 48,5%.
En cuanto al movimiento de divisas expresado en el balance cambiario, en enero se registró un déficit en la cuenta corriente de 1.947 millones de dólares resultante primordialmente de la salida de capitales, que alcanzó los 3.124 millones, un valor sin precedentes. Cabe recordar que la salida de capitales alcanzó el año pasado a 22.148 millones de dólares. La salida por viajes alcanzó en enero los 1.339 millones.
Se configura así un escenario donde se profundiza el déficit externo en todas sus componentes, superando los desequilibrios de las últimas crisis y apuntando a niveles superiores al 5% del PBI.
