García Vilariño: “Los balances a septiembre son complejos de analizar por la composición de las inversiones”

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Todo Riesgo dialogó con Antonio García Vilariño, socio del Estudio García Vilariño y Asociados.

Tu especialidad son los balances. Contanos qué pasa con los balances que ingresaron ahora a la Superintendencia, que cerraron a septiembre.

Los balances a septiembre son complejos de analizar por la composición de las inversiones. En los balances tenemos 27 mil millones de resultado financiero, 17 mil millones de pérdida técnica y un resultado de 10 mil millones (siempre hablando en pesos). Parece fantástico, pero en realidad esos 27 mil millones de resultado financiero positivo están teniendo en cuenta el valor técnico de los títulos y no el valor de mercado, con lo cual si los hubiésemos tomado a valor de mercado, posiblemente habríamos obtenido una cifra muy diferente. Con respecto al resultado técnico, sabemos que no hay discusión sobre los 17 mil millones de pérdida.

Además de la situación a septiembre, ¿se pueden vislumbrar perspectivas para lo que resta del actual ejercicio?

Lo que sucede es que hay una situación con las inversiones que no creo que mejore sustancialmente. Está el reperfilamiento de inversiones, están las medidas que debe tomar el nuevo Gobierno, que evidentemente también deben ser analizadas. Hay una particularidad: la pérdida de consumo, que impacta en el negocio. Las tarifas no se incrementan al nivel de la inflación. Tampoco la producción sigue el nivel de la inflación. Esto es muy importante. Además, nos encontramos con un impacto muy fuerte de la judicialidad que, con las tasas y demás, supera los indicadores inflacionarios.

Y los ajustes por inflación de los juicios y de todos los pasivos superan el rendimiento de las inversiones.

Superan el rendimiento de las inversiones. Ni hablar si hacemos una comparación con el reperfilamiento o la caída de las cotizaciones. Es un tema grave porque las compañías que tengan un buen cash flow podrán hacer frente a los compromisos, pero las que tengan que liquidar stock para pagar pasivos van a tener tremendas pérdidas.

Es un cuadro preocupante.

Es complejo. El mercado está consolidado, pero hay un impacto. Esto es innegable.

¿Cuándo se va a aplicar el ajuste por inflación en los balances y qué impacto puede tener en el mercado asegurador?

El ajuste integral por inflación va a ser al 30 de junio de 2020. A nivel de patrimonio neto, se trata de un movimiento de cuentas. En dónde si va a tener impacto es en los resultados técnico y financiero por el ajuste de las partidas. O sea que a nivel global va a ser el mismo patrimonio, pero el tema va a ser cómo se compone ese resultado porque va a haber muchas pérdidas para preservar el patrimonio.

¿Cuáles son las novedades que hay para destacar en cuanto a cambios normativos?

La resolución 788 para el cierre de balances fue muy gravitante porque permitió valuar para empresas de todo tipo los títulos públicos, las ON, los inmuebles por IPC actualizándolos de manera que haya una cierta fecha para las cotizaciones, para las valuaciones del tribunal. También permitió calcular los IBNR. Todo esto trajo realmente un cambio muy dinámico. En las nuevas normas de valuación de siniestros, de valuaciones de ART, hay muchos cambios que fuimos viendo sobre la marcha. Hay que ver qué definiciones toma la nueva Superintendencia sobre todo esto.

Estos cambios, en general, favorecieron a las compañías.

Sí, los cambios mejoraron las fotos de los balances. El gran problema es la liquidez, el valor cancelatorio.

¿Cómo definirías la situación actual del mercado asegurador teniendo en cuenta el contexto económico y político que está viviendo el país?

El mercado está consolidado y fortalecido, pero sufrió un gran daño. Evidentemente, las empresas, en su mayoría, siguen con buenos indicadores. Tienen flujos de ingresos que les permiten esperar con las inversiones. Los que vivimos crisis desde el Rodrigazo hacia adelante sabemos las situaciones que vive la Argentina, con lo cual no hay que dramatizar. Pero evidentemente toda esta situación hace daño a las compañías, las afecta en lo financiero, y también la caída del consumo las afecta en su producción. Además, las tarifas se precarizan por competencia y esto impacta.

Con respecto al reaseguro, ¿cómo se están desenvolviendo las empresas? ¿Pueden pagar?

El reaseguro se siguió manejando muy bien. Ya está en su 25% de retención local, con lo cual se comportó muy bien, superó las expectativas. Se está pagando. Superintendencia no complicó las alternativas del pago del reaseguro al exterior.

Dicen que los bancos son reticentes para dar los dólares.

Algunos bancos son complejos y reticentes porque les cuesta coordinar con sus departamentos legales. Hay temas que a veces no se entienden. Pero hay bancos que son muy eficientes. Realmente, no observo caídas de contratos por falta de pago. O sea que se está pagando y las reaseguradoras están cumpliendo. Esto es importante.

En este contexto, ¿qué medidas debería tomar la nueva gestión de la Superintendencia para adecuarse a esta situación y favorecer al mercado? ¿Qué pensás que tienen que hacer?

Creo que tienen que analizar lo que está en curso. Tal vez se tendrían que replantear la vigencia de algunas normas, tal como están previstas. Me refiero a las normas internacionales de información financiera. Son un buen objetivo, pero es muy difícil aplicarlas con inflación, con judicialidad. Hay que ver cómo llegamos a junio. Depende mucho del rumbo que tome el nuevo Gobierno. Si, como todos esperamos, tiene una gestión exitosa, controla la inflación, maneja inversiones, se cumplen los reperfilamientos y la deuda se reprograma, pero razonablemente para las compañías, el panorama no es malo.

¿Querés agregar algo más sobre el mercado?

Sí. El mercado tuvo el impacto de la economía, de la judicialidad, de sentencias que realmente a veces no se entienden. Hay una tarea muy importante de docencia de la Superintendencia con la Justicia para que las salas entiendan los límites de cobertura, por ejemplo. Hay salas que no los entienden. Yo entiendo el concepto solidario del seguro, pero no puedo ser solidario con lo que no tengo. Cuando gasto la prima en pagar algo que no corresponde, no voy a poder pagar algo que corresponde. Este es el gran problema. Este es el punto.