Cuffia: “Los cambios presidenciales siempre son un punto de inflexión en el negocio de caución”

1110

Todo Riesgo dialogó con José Mariano Cuffia, presidente de Albacaución.

¿Cómo cerró Albacaución su ejercicio anual al 30 de junio pasado?

No fue el mejor ejercicio de los últimos años. La crisis afecta a todas las aseguradoras y, obviamente, a las especializadas en caución un poco más porque la crisis afecta el cumplimiento de contratos. Aumentó considerablemente la siniestralidad. Igualmente, tuvimos un resultado técnico positivo y un resultado final también favorable, aunque menos de lo que nos hubiera gustado tener. Casi alcanzamos los mismos valores absolutos que el año pasado, lo que significa un 50% menos. Pero más allá de eso, el crecimiento de las ventas acompañó lo que esperábamos. En época de crisis nos ponemos más restrictivos en la suscripción porque los potenciales riesgos se incrementan mucho y hay que seguirlos más de cerca. Si estás muy abierto, la complejidad es mayor. Los cambios presidenciales siempre son un punto de inflexión en este negocio.

¿Cuáles son las proyecciones que hacen con respecto al actual ejercicio anual que termina a mitad del año próximo?

Vemos una desaceleración de los negocios. La reactivación va a empezar a volver a verse entre febrero y marzo del año que viene. Observamos el último trimestre de este año y el primero del próximo con alguna retracción en el volumen de negocios, sobre todo en lo que es público. Por otro lado, nuestra particularidad de la distribución geográfica nos da un margen mejor porque estamos en muchas provincias que ya renovaron sus gobiernos. Tenemos una expectativa de crecimiento de entre el 35 y el 40%.

¿Están pensando en lanzar nuevas coberturas o productos?

No estamos pensando en nuevos productos. Los productos de caución son herramientas de garantías lo suficientemente flexibles como para que no haya que lanzar uno nuevo, sino adaptar los que están. Sí estamos tratando de dar un poco más de empuje al seguro ambiental obligatorio y también estamos siguiendo el tema de los alquileres, que aumentó mucho en cantidad de operaciones. De todos modos, todavía no llegó a los niveles que nos gustaría o que debería tener en relación con el volumen de contratos de alquiler que hay, sobre todo, en la Ciudad de Buenos Aires. Las aseguradoras están más controladas que otras sociedades que garantizan contratos, con lo cual están más encorsetadas para competir en ese segmento. Hay que lograr que el avalista personal (familiar o amigo) deje de tener un papel importante para que la garantía profesional comience a ser mejor vista por el asegurado.

En materia de tecnología, ¿cuáles son los principales servicios que les están ofreciendo a productores y a clientes?

Estamos avanzando lentamente en materia de tecnología. Hace un año y medio que empezamos una reconversión de todo nuestro sistema. Teníamos un sistema que era muy útil y ágil para lo que hacemos, pero con tecnologías de generaciones anteriores. Cuando no arrancás de cero, tenés cientos de miles de pólizas para actualizar y pasar a un nuevo sistema. Esta situación nos viene dando bastante trabajo. Relanzamos nuestro sitio web y abrimos nuestro perfil en LinkedIn. Estamos mejorando la comunicación a través de las redes sociales. Le estamos dando mucho empuje a este tema. Para febrero o marzo del año próximo, esperamos tener la reconversión total de nuestros sistemas sobre la web y, por lo tanto, mejorar las prestaciones que hoy damos, sobre todo, a los productores asesores de seguros. Hay disposiciones nuevas del Gobierno Nacional que prevén las pólizas de caución electrónicas, pero todavía no fueron reglamentadas por la Superintendencia de Seguros de la Nación.

Esperemos que mejore el panorama para caución el año que viene.

Yo creo que a partir de febrero o marzo tiene mejorar. El próximo Gobierno va a tener que desarrollar la obra pública, va a tener que volver a contratar. Si el propio Estado no invierte en el país, nunca va a conseguir que los privados inviertan. Nuestro segmento del mercado es el de la pyme. Así como somos los primeros que sentimos que la economía se para –porque lo primero que se deja de hacer es firmar contratos–, también somos los primeros que nos reactivamos. Por ello estamos con expectativas para el año próximo.